Cada vez es mayor el número de centros que se apuntan a las
iniciativas de huertos escolares, contando con auténticos huertos en producción
agrícola. No obstante, entendemos que esta es una iniciativa compleja, por lo
que nos gustaría ofrecer una modalidad más básica, como es la jardinería de
ventana, para aquellos centros que bien por el espacio o bien por la falta de
participantes, les resulte inviable un huerto escolar propiamente dicho.
Así, la jardinería de ventana es una forma estupenda de acercar la
naturaleza a los alumnos, los cuales pueden ver sin demasiado esfuerzo como la
ventana del aula acaba convirtiéndose en un lugar lleno de vida, con el
colorido de las plantas florales, y el placer de cultivar tus propios alimentos,
como hortalizas y condimentos aromáticos.
Si finalmente os decidís por esta modalidad de jardinería, os
recordamos 10 consejos prácticos que todo aprendiz de jardinería en ventana
debe de tener en cuenta.
1. Escoge plantas sanas, compactas y resistentes: el
alféizar de una ventana no es precisamente el ambiente más fértil, por lo que
cuanto mayor sea la vitalidad de las plantas escogidas, mayores serán las
posibilidades de que proliferen.
2. Utiliza macetas grandes: cuanto mayor sea el
espacio ofrecido para el sustrato, mayor será la ramificación de las raíces,
encontrándose estas por tanto, más protegidas frente al calor, la
deshidratación y el frío.
3. Automatiza el riego: el aporte hídrico que una planta
necesita es estable, por lo que no puede depender de las fluctuaciones de los
periodos escolares, cambios de encargados de riego…
4. Añade fertilizante con regularidad: los nutrientes que aportemos van
a determinar el crecimiento de la planta.
5. Elige al momento adecuado: un clima estable, o tener en cuenta los
periodos de floración de las plantas escogidas, será esencial para tener éxito
en nuestro jardín de ventana.
6. No fumigues: un jardín de ventana es ya de por sí un espacio
aislado, por lo que si fumigas eliminaras la escasa fauna que haya podido
establecerse en nuestro jardín. Una fauna que puede resultar esencial para los
procesos naturales.
7. Cambia el
sustrato cada temporada: cada nueva etapa de floración,
requiere de un nuevo sustrato, para poder exprimir al máximo sus nutrientes.
8. Adapta las plantas a la orientación de la ventana: en función de las plantas
escogidas, algunas preferirán las zonas de sombra, luminosidad…
9. Escoge macetas ligeras: cuanto menor sea su peso más fácil de manejar
resultarán para los alumnos.
10. Identifica cada planta: llamar a cada planta por su
nombre, aumenta el sentimiento de propiedad y la implicación por parte del
alumnado.
Puede que sean solo
10 pequeños consejos, pero lo cierto es que si los tenemos en cuenta, no
tardaremos mucho en disfrutar de un ambiente agradable en el aula, no solo por
el colorido que ofrecen, sino por el aroma que envolverá nuestras clases.
0 comentarios:
Publicar un comentario